"Si bien el resultado de un partida de poker puede depender de la habilidad en algún grado, es principalmente un juego de azar". Así lo recoge el dictamen del juez Robert Freedberg, del Tribunal Superior de Pennsylvania, que la semana pasada participó en el fallo de un curioso caso.
La historia comenzó el día que una pareja de novios fue detenida por organizar partidas de poker en el garaje de casa. Según una ley estatal de 1983 aprobada por la Corte Suprema, "para que un juego pueda considerarse ilegal debe predominar la casualidad sobre la habilidad". Es decir, se prohiben aquellos en los que prime la suerte, y más si circulan apuestas económicas. Este artículo legislativo fue esgrimido por los detenidos para probar su inocencia, convencidos de que el poker requiere más conocimientos que fortuna.
Según relata la versión digital de la revista especializada Card Player, la justicia dio la razón en primera instancia a los afectados. La fiscalía del estado decidió apelar la sentencia ante el Supremo, que la ha revocado.
La Poker Players Alliance se ha mostrado decepcionada con el fallo, pero anuncia que la causa "no ha terminado" y que recurrirá ante una tribunal superior.
(NOTICIA DE MARCA.COM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario